Aún asumiendo lo del pasado viernes, la cita para este domingo era en la Ermita de Las Nieves. Por segundo año consecutivo tuvimos el honor de poder cantarle a nuestra patrona, La Virgen de Las Nieves. Y aunque en el exterior el tiempo era frío y con lluvia, dentro nos lo pasamos genial. No nos pregunten cómo más de 40 personas pudimos acceder al coro de Las Nieves, pero lo hicimos.
Al finalizar la Eucaristía don Antonio, el nuevo párroco, nos invitó a cantar algún villancico más cerca de la Virgen. Y allí fue donde los niños tomaron el mando. Aitor es puro nervio buscando su intrumento definitivo (y sobre todo el que Susín le deje tocar de una vez) y Gustavo quiso dirigir a Miguel, con el bajo, al que vio un poco flojo...
Tras lo cual se realiazó la tradicional foto de familia en el altar mayor de Las Nieves.
Que gozada poder decir: ''Yo le canté a la Virgen de Las Nieves''.
Pero no había terminado el día: algunos, los más numerosos quisieron continuar la fiesta en la Parrilla Las Nieves... y empataron con el Hospital de Dolores. En buen estado, eso sí. Allí pudimos desempeñar una labor impagable, la de hacer un poco más feliz a los enfermos que allí conviven y a sus familiares.
Tras poco más de una hora de villancicos el domingo aún no había terminado... El pasado viernes nuestro contrabajo sufrió un inesperado accidente que le partió el mástil... Tras una operación de urgencia por parte del traumatólogo de la madera, el Doctor Díaz San Luis, el contrabajo vivió en la tarde del domingo la visita de todos sus compañeros de andanzas.... (En la fotografía pueden observar dos cosas curiosas... El color del suero... y que el pajarito no pudo soportar la presión de ver a su amigo enfermo, y se quedó fuera) Elías tampoco pasó...